Nuestro nombre y apellidos son la vanguardia de un linaje milenario. El teléfono móvil que usamos es una de las muchas consecuencias de la historia de la investigación humana. Hoy estamos trenzados con un pasado remoto; quizás convendría tenerlo más en cuenta.

El tiempo es una paradógica realidad donde se entrelaza el pasado, el presente y el futuro en la propia vida personal. El presente, decía Lewis, es el punto de encuentro entre el tiempo y la eternidad.

Cada persona es capaz de ponerse en el lugar del otro;por eso cada hombre representa a la humanidad.Esa capacidad de comprender la realidad, especialmente a sus semejantes, es lo que lleva a afirmar a Spaemann que el ser humano es un símbolo del absoluto.

Estamos "conectados en red" no sólo con toda la historia sino con el más allá que trasciende la historia, cuya claridad está en este mundo como la luz en un lago. Caer en la cuenta de eto supone una revalorización inmensa de nuestra vida concreta. Cada persona es única e irrepetible, pero esa individualidad se enriquece inmensamente si es capáz de darse más y más cuenta de muchos e importantes factores que hacen posible su existencia.

Gestionar lo que elegimos es importante; pero gestionar lo que nos toca es también de mucho interés. Del encuadre que hagamos de lo que nos ocurre depende mucho la veracidad de nuestra biografía.

De mi amigo José Ignacio Moreno.